En la mañana de ayer domingo participé en la novena edición de la carrera distrito de Retiro, carrera que organiza el Club de Atletismo Akiles. Se trata de una carrera circular con salida y llegada en el pulmón madrileño y de perfil de dureza media, con largas bajadas pero con dos duras subidas que te destrozan el ritmo: calle Menendez Pelayo y Cuesta del Ángel Caído.

Esta fue mi cuarta participación desde el año 2009 en que empecé mi andadura en el mundo del running. Fue mi tercera carrera y la primera en la que rompí la barrera de los 50 minutos en la distancia de 10k. Esa barrera con tres o cuatro meses de constancia es relativamente fácil superar. A partir de ahí la cosa se va complicando..

Mis tiempos en mis anteriores participaciones y esta última han sido:

2009: 48:17 (amortiguado)

2010: 44:07 (amortiguado)

2011: 44:15 (amortiguado)

2013: 42:05 (minimalista)

La carrera daba comienzo a las nueva y media de la mañana de un día no excesivamente frío de Noviembre. Después de unos minutos calentando en las inmediaciones de la salida me situé en ella. Me coloqué bastante avanzado, casi en la primera línea. Cuando aspiras ya a alcanzar ciertos tiempos es imprescindible colocarse lo más adelante posible para no perder tiempo adelantando. 

Después del accidente de la pasada carrera, en esta ocasión fui con el Garmin en la muñeca, sin música y sin riñonera. Esta última la supli con una pequeña mochila de running, únicamente para llevar las llaves, documentación y cortavientos (esta vez bien plegado).

Hasta el kilómetro seis fui con unos ritmos muy esperanzadores. De hecho, logré mis MMP en las distancias de 3k y 5k con 11:33 y 19:50 respectivamente. Había que aprovechar ese terreno favorable antes de la llagada de la parte complicada. El primer gran obstáculo fue la cuesta de Menendez Pelayo (que por cierto, no me acordaba de ella). Logré compensar algo en la bajada posterior a esa cuesta, haciendo el km 7 en 4:20. El siguiente kilómetro también lo defendí relativamente bien (4:23), pero significativamente peor que los seis primeros. Fue en el noveno en donde perdí las aspiraciones de hacer MMP (5:04). La Cuesta del Ángel Caído tuvo la culpa. Una cuesta muy dura, y más cuando hay que afrontarla al final de la carrera, cuando las fuerzas están muy justas. Pese a echar el resto en el último kilómetro (4:10) no pude rebajar los 41:44 quedándome en 42:05. No obstante, tengo motivos para estar muy satisfecho. La barrera de los 40 minutos está muy cerca.

Finalmente entré en el puesto 137 de 931.