Esa victoria encumbró a Bikila como uno de los grandes del atletismo de todos los tiempos. Batió el record establecido hasta ese momento y además, lo hizo descalzo.

Llegó a los juegos por casualidad, debido a que el atleta titular del equipo etíope cayó lesionado jugando al fútbol. Así, sin apenas preparación y con un par de maratones de experiencia llegó Bikila dispuesto a representar a su país en los juegos de Roma.

Su inexperiencia hizo que se decantara por correr descalzo, como lo había hecho durante toda su vida. No estaba acostumbrado a correr en zapatillas, le molestaban muchísimo, así que optó por correr como él sabía. Y vaya si corrió...

Como podemos ver en el video, el estilo de Bikila era distinto al de los demás corredores. Corría más erguido, más elegante, consecuencia de la distinta manera de correr que le propiciaba hacerlo sin amortiguación. Parecía que acariciaba el suelo. Y es que ya se dice: "el mejor corredor es el que no deja huella"

Faltando un kilómetro Bikila dejó atrás a su último rival y se marchó en solitario. Curiosamente fue justo cuando pasaban por delante de un monolito robado por las tropas de Mussolini a Etiopía. Y así consiguió alzarse con la victoria, dejando el crono en 2h:15:16. Record del mundo.

Los medios de comunicación italianos dijeron: "Se necesitaron cientos de tropas para conquistar Etiopía y un solo hombre ha conquistado Roma"

Volvió a participar en dos juegos olímpicos más. En los siguientes, los JJOO de Tokio, volvería a ganar y a batir el record del mundo, pero esta vez usando zapatillas: 2h:12:11

Y en su última maratón olímpica, en México, tuvo que abandonar debido a su mala aclimatación a la altura.

Si tienes un rato, te recomiendo que veas los vídeos. Toda una delicia verle correr y una fuente de inspiración. Grande Bikila.