Este fin de semana estuve visitando la ciudad de Valencia y su costa. Aproveché una escapada a la playa para correr unos kilómetros descalzo. Fueron apenas tres kilómetros, pero las sensaciones fueron buenísimas.

Fue la primera vez que pisaba la playa como corredor minimalista-barefoot y me lanzaba a correr más de unos cuantos metros como otras veces. ¡Esta vez a correr de verdad! La playa estaba repleta de gente, por lo que tuve que ir la mayor parte del tiempo trotando. Solo cuando pillaba un hueco podía correr algo más rápido. ¡Y qué sensación! ¡Parecía que volaba!

Durante el entreno me crucé con algún otro corredor descalzo. Por la playa, un corredor descalzo no llama la atención... Pero lo que sí me la llamó fue ver que taloneaba! ¡Cómo es posible! Muy fácil. La superficie esponjosa de la playa hace que pueda hacerlo, como lo hacen también las zapatillas amortiguadas. Así que el hombre seguía con el mismo "vicio".. Seguía sin correr como un humano.

También me crucé con algún otro corredor con zapatillas!  Qué eso en la playa (de arena fina) ya tiene delito!

Durante el fin de semana tuve la ocasión de conocer personalmente a @MundoBarefoot Fue un placer compartir experiencias y no sentirnos raros hablando del tema! Desde aquí aprovecho para saludarlo! También, por último, deciros que próximamente anunciaremos a través de este blog un pequeño proyecto que pensamos.